CÓMO NO SE HACE UNA TESIS
En el curso de los últimos años he escuchado el amargo lamento de algunos estudiantes de filosofía que quedan a mitad de camino con su tesis y arrastran ese «fracaso» por años, como un lastre que les impide sentirse en paz. Algunos se deprimen y viven con una sombra de culpa, oscilando entre la fantasía de la gran tesis que podrían haber hecho y los escarceos que han quedado documentados en algún cajón o alguna carpeta de la computadora que temen abrir. En algunos casos no son sólo escarceos, hay capítulos completos, hay incluso una tesis que, para decirlo en los términos de «eficacia terminal» con que se expresa la academia (a mí me hace pensar en Auschwitz), está ya en un 80%, pero que por algún motivo el o la estudiante en cuestión no logran rematar. ¿Qué sucede en este tipo de casos? ¿Qué misterioso maleficio se cierne sobre los estudiantes cuando de golpe se sienten cautivos de una densa nube que les impide seguir avanzando?.
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Ilustración de Arturo Luckie sobre Tifrón el idiota.
5 Comentarios
Muchas gracias, llevo atorado en esto, más años de los que me gustaría pronunciar. Sin embargo, ahora entiendo cómo era mejor proceder. Tu texto me ha quitado un candado, nuevamente gracias.
Me alegra mucho leer esto. Gracias.
Estimado Gabriel,
He encontrado tu texto sumamente esclarecedor respecto a lo que verdaderamente importa a la hora de elaborar una tesis o investigación filosófica (aplicable, por cierto, a cualquier “grado” o “nivel” de estudios), así como a las tretas o ilusiones que pueden ir surgiendo en el camino y la mejor manera de hacerles frente. Especialmente relevante es el recordatorio de que un filósofo no es un burócrata del pensamiento, aunque muchas veces se confunda con tal, y a veces, por estar mayoritariamente encerrada dentro de los circuitos administrativos, uno termine olvidando qué era eso de la filosofía, creyendo que no se trata sino de una actividad administrativa más. Pero claro, situándose en ese plano donde se ejerce la labor de investigación filosófica, y para este caso concreto una tesis, no es menos importante tu sugerencia de no olvidar la parte ornamental que pueda satisfacer las miras de las “autoridades”; en suma, una mezcla curiosa pero necesaria de autenticidad y astucia.
Así que gracias por este texto y la sinceridad y calidez que traslucen tus palabras, y que viene muy bien, como decía, a manera de recordatorio de la importancia de dar a luz aquello con que uno está preñado.
¡Saludos!
Muchísimas gracias, estimado Jairo, por leer y comentar tan asiduamente los textos que subo aquí.
Me alegra mucho saber que el texto te resultó de algún modo inspirador.
¡Saludos para ti!