Hay una vasta gama de ejercicios que testimonian el poder de la escritura como vehículo de autoconocimiento. Encontramos el diario íntimo, la escritura automática de los surrealistas, la idea de la poesía como desautomatización, el libro de memorias, la escritura devocional, los ejercicios estoicos y un sinfín de textos que dan cuenta de “viajes interiores”. Estos testimonios muestran el potencial de la escritura como vía de acceso al inconsciente y posibilidad de autocomprensión. Nuestros talleres proponen ejercicios que permiten aprovechar el flujo de la escritura para hacer brotar material de los estratos más profundos del sí mismo y darle voz a aquello que normalmente permanece mudo. El propósito de esta concientización es poder revisar críticamente aquellas creencias que nos pasan inadvertidas y que sin embargo limitan significativamente nuestra percepción del mundo.