julio 2, 2019 a las 8:08 am
#10036
Participante
Si tengo que mencionar una sensación novedosa en el ejercicio fue el “sonido del arándano”, nunca me hubiese imaginado que un arándano pudiera tener sonido.
Justo gracias a esta novedad sensorial creo que radica el punto del ejercicio: Al prestar una atención exclusiva a un simple alimento, para nada mi favorito, revela aspectos ignorados en la relación con esa idea que uno tiene del mismo alimento.
El arándano me sigue sin gustar, pero al menos ahora habla! 😉