julio 10, 2019 a las 8:30 pm
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Superadministrador
Muchas gracias por tu aporte, Ramón. Es buena la idea de intentar llevar el ejercicio a otras instancias del comer. El asunto es poder demorarse, es decir, morar en la experiencia, de tal modo que nada ajeno a eso se inmiscuya. Puede, eventualmente, ser difícil, pero es también un modo de apaciguar la mente. En general, los sistemas de meditación tradicionales comienzan, precisamente, por enfocar la atención en un solo objeto, para evitar así la profusión de pensamientos, lo que los budistas llaman “mente de mono”: saltar de un pensamiento a otro como el mono salta entre las ramas.