julio 29, 2019 a las 10:44 pm
#10147

Superadministrador
Con gusto, María. En cierto modo es tal como dices: el dolor deriva del apego y el apego, de una falsa creencia sobre la solidez o permanencia de las cosas, es decir, de un yerro perceptivo que incapacita para aceptar la impermanencia de todos los fenómenos. Toda la tercera semana (el cuarto módulo) está dedicada a este asunto.