Creo que no perturbarse ante las representaciones que menciona el compañero Bernardo es muy complicado. Antes de este curso, yo tenía claridad de que no tengo porqué enojarme por algo que dicen o hace otra persona. Sin embargo me engancho, en especial con las personas más cercanas. Lo único que he podido lograr es no enojarme cuando voy en el auto con un hombre que pelea en el tráfico (creo que son más afines a sacar su ira con todos los que a su parecer son imbéciles que no saben manejar). Justo antier, la esposa de mi papá (cuarenta años menor que él) me reclamó que yo la estaba investigando. Monté en cólera, no lo pude evitar y lo recuerdo y me vuelvo a enojar.Entiendo que no tendría razón para perturbar mi alma, pero no logro, ni con el apoyo de los estoicos, entender que es su posición, que es algo dispreferido para mí, y que hasta ahí queda