
No se si preocuparme o sentirme aliviada por tu comentario al respecto de que no sabes cuánto hiperbolicé el espectro y sí he logrado verlo pues me es harto conocido, algo así como un personaje creado y autoimpuesto de domingo a viernes (porque los fines de semana me doy “mis permisos”). Supongo que fue creado como escudo protector frente a otros espectros que sí me asaltan desde muy profundo y que durante muchos años me mantuvieron en un goce que tocaba a veces fronteras un tanto obscuras. Ahora, no me quejo, la vida es buena y el intento es por conservarla como ha sido. Las fracturas, como bien mencionas tienen que ver con la nostalgia ¿de ese goce? ¿de esa que era? El miedo, quizás a darle demasiados permisos y que vuelva a inundar mi vida. Habrá un punto medio y si lo hubiera ¿será lo que quiero?
¿Qué sigue? Ver a través de mi ventana.