
¡Celebro que la pluma esté fluyendo! Pero hagamos esto: tú escribe sin cortapisas, no te limites por la extensión, no estés pendiente de eso, deja que la escritura corra con entera libertad. Y sobre todo: no leas lo que escribiste el día anterior, mucho menos lo corrijas.
Una vez que hayan pasado los cinco días, entonces sí: relee todo, edita el texto con minucia y trata de llevarlo a un total de 700 palabras, dejando únicamente lo más importante. Piensa en el texto como en un cuadro unitario con distintas partes. Si te extiendes un poco más, no es grave. Pero trata de trabajar con la edición y la síntesis. Yo, por ahora, no leeré lo que me has enviado. Me esperaré a que tengas el texto completo, para poder leerlo, también, como una unidad completa, acabada, con distintas secciones.