
Querido Gabriel, gracias por recuperar algunos aspectos positivos de mi texto. Tengo que decirte que este ha sido el que más trabajo me ha costado pues pasaban los días y no se me ocurría sobre qué escribir. Al final, elegí escribir sobre algo que me conmueve pero que no es lo suficientemente complejo para crear una introspección interesante y por lo tanto, el resultado es un tanto soso. Sin embargo, todavía ayer que lo subí seguía sin llegar a mi mente otra idea. Por otro lado, ahora que lo releo, me doy cuenta de que quizás escribí el segundo testimonio con un poco de reserva y por lo tanto no fui clara al retratar al personaje, que es el ex de la mujer. Muchas gracias por la información al respecto del nombre que es real; quizás al pobre lo predestinamos al nombrarlo así.
Por todo esto que te explico, tienes toda la razón al cuestionar si realmente me ayudó a entender otros puntos de vista y lograr el propósito del ejercicio. La respuesta es obvia, sin embargo, este intento me hizo darme cuento de algo interesante. Hoy platicando sobre otros temas con un amigo, salió a colación que de pronto tiendo a evadir inconscientemente cuestiones que me causan conflicto y entonces recordé que cuando iba a análisis, casi al final de una sesión comencé a hablar sobre un tema un tanto complicado; a pesar de llevar más de dos años acudiendo a sesión en el mismo horario, “olvidé” asistir a la siguiente. Supongo que la instrucción de escribir sobre “una situación del pasado que haya sido difícil” me produjo un bloqueo similar y en principio, es en lo que tengo que trabajar.