La satisfacción se paseaba libre y tranquilamente cuando fue sorprendida por la ira, su sensación fue como si le cayera encima un balde de agua fría. Se detuvo y sintió la necesidad de requerir mayor cantidad de oxígeno a través de la respiración, por lo que a través de la boca aspiró una mayor cantidad de aire e inhalo lenta y profundamente.
Al exhalar, identificó inmediatamente que se trataba de la presencia de la ira, la cual se había manifestado a través de la lectura de únicamente dos palabras escritas en el camino de la satisfacción. Decidió entonces exhalar de manera pausada (como si contara de forma regresiva del 10 al 1), y al sentir el aire fluir a través de su nariz tuvo un gran alivio que le permitió continuar su andar con libertad.