
Es interesante observar que la palabra “posibilidades”, que escogiste para el quinto día, en cierto modo sintetiza, o mejor, corona las expresiones de los días previos. A veces sucede, con este ejercicio, que, sin que sea algo consciente por parte de quien escribe, hay como una progresión o un juego entre las frases de los días, un poco como sucede entre los movimientos de una sinfonía o un concierto de música clásica. Lo que me hace pensar en eso, aquí, es la progresión que veo desde el primer día, donde aparece ya el tema de las plantas, pero bajo una pregunta, una curiosidad (y las preguntas siempre son apertura, posibilidad) y la concreción en el segundo día, cuando haces alusión explícita al cuidado de las plantas. Los días 3 y 4 no hablan de plantas, pero sí de cultivo. Del cultivo de un optimismo racional (no ingenuo), del cultivo o la nutrición del espíritu a través de cursos, del cultivo de la compasión, en el sentido más interesante de la palabra, que no es la lástima, sino la comprensión del otro, en este caso de las educadoras de la SEP.
Se me ocurre que una palabra alternativa a “Posibilidades” sería, siguiendo la metáfora botánica, “Fecundidad”. Mi impresión es que, en esta situación de encierro, tú has encontrado algo fecundo, de lo cual las plantas, su exuberancia, son una clara muestra. Cuidar el jardín exterior es un reflejo de cuidar lo que los filósofos estoicos (Marco Aurelio en particular) llamaba “el jardín interior”.