
Me pregunto si la afirmación categórica de la primera línea, más concretamente si la posibilidad de que ésta sea falsa, no estará íntimamente emparentada con todo lo que sigue: con los laberintos, espejismos, sombras, el pesar, la desesperación. Es verdad que las búsquedas importantes se hacen a tientas, en una especie de opacidad que les es connatural, (en la “nube del no-saber”, como diría un místico del siglo XIV). Pero no es verdad que ese tipo de búsquedas carezcan de guía. Al contrario, puede no haber mapas, pero forzosamente debe haber algún tipo de guía, sea propiamente un guía personificado, un Virgilio, o bien, como dirían los estoicos u otras tradiciones antiguas, un “guía interior”, una guía más sutil. Sin alguna clase de brújula, todo puede volverse laberíntico, pantanoso, sombrío.
Por otro lado, si hay espera, como sugiere el último párrafo (pero no sé cuán relacionado esté con lo anterior), entonces hay una cierta guía. El tiempo de ese día está guiado, en cierto modo, por la expectativa de eso tan importante que las distintas obligaciones han ido posponiendo. Lo que no alcanzo a ver, aparte de si eso muy importante coincide con “la búsqueda que aspira a algo importante”, la búsqueda que se empantana, y si esa búsqueda es la del amor, lo que no alcanzo a ver, decía, es si eso muy importante, más allá de que pueda ser un acertijo, es algo más o menos determinado. Por ejemplo, si es un desafío de escritura, puede ser, claro, un acertijo a descifrar. Y uno se pasa el día intentando despejarlo de las obligaciones, para poder, al fin, acometer el acertijo. Pero es algo concreto. Sin embargo, la otra ansiedad, la que espera a la vuelta de la esquina, la que podría llegar a través de un mensaje, etcétera, ¿es ansiedad de qué? ¿Cuál es el objeto de este desespero? ¿Puedes identificarlo? ¿Esperas una noticia? ¿Esperas un cambio? ¿Cómo prefiguras que sería? ¿Y será esto lo que te está guiando, sólo que, al permanecer vago e indeterminado, parece como si no hubiera guía? ¿Tiene alguna relación esto con los empantanamientos? ¿Es el objeto impreciso de ese despero el bulto invisible que comba la espalda? Y si fuera el caso, ¿no sería sumamente importante hacerlo visible, dejar que aparezca, que se manifieste, asumirlo, incluso si no te gusta lo que se muestra, para poder empezar a trabajar con él?
Naturalmente, todo esto no son sino especulaciones, porque el texto, que, dicho sea de paso, está muy bien escrito, es un poco críptico para un lector que no conoce tu circunstancia. Pero es lo que alcanzo a ver y me parece que puede haber algunas preguntas importantes aquí.