
Hola, Daniel.
Siendo tú un practicante del Theravada, tienes entonces ya muchas herramientas. En los estoicos encontrarás algunos complementos, aunque las bases son muy similares. En cierto modo, los tres venenos (avidez, aversión e ignorancia) representan aproximadamente el mismo tipo de causas de perturbación que identifican los estoicos. De ahí que sea tan importante, en las dos tradiciones, la ecuanimidad.
Algo que yo he descubierto, como estudioso y practicante del theravada (aunque hace algunos años ya más metido en el zen), y como estudioso y practicante de estoicismo, es que, si bien la atención plena, la contemplación del surgir y cesar de los fenómenos, incluidos, claro está, los fenómenos mentales, es de una efectividad incontestable, a veces no basta, o más bien, no basta en el corto o mediano plazo, sino que toma mucho tiempo observar-sin-alimentar cierto asunto que nos perturba para que, al cabo, éste muera de inanición. La distinción entre lo que depende y no depende de uno ofrece un razonamiento que es como un atajo en este sentido. Tú puedes observar cómo se levanta la ansiedad ante la posibilidad de que un paciente renuncie y, por el reflejo que has desarrollado, no dejarte arrebatar, sino, de inmediato, como se dice en el zen, “dar un paso hacia atrás”. Tomas nota: “Hay preocupación, hay ansiedad”, le permites manifestarse y, finalmente, la preocupación y la ansiedad, como todo, remiten y se desvanecen. Si la práctica es profunda, esto es de una contundencia total e inmediata. Pero si la práctica, en ese momento, no es totalmente fuerte, eso que se desvaneció regresa una y otra vez (la observación no fue lo bastante atenta o plena), quizá más tarde, quizá después de la sesión, o en la noche, antes de dormir: “¿Renunciará el paciente?”. Y claro, uno puede en todo momento observar el surgir y cesar de los estados mentales, pero cuando hay un “objeto” que no remite fácilmente, ahí (y no sólo ahí) el análisis de lo que depende de uno o no, se vuelve una herramienta poderosa. Si uno logra tener total claridad sobre esto (claro, también aquí la práctica debe refinarse y ser profunda), entonces, incluso en situaciones dispreferidas (lo que mencionas sobre los problemas técnicos), se puede “descansar”, establecerse sobre aquello que ha dependido de uno, siempre que uno lo haya hecho con una disposición de excelencia. Como ves, tampoco aquí se trata de establecer un diálogo con el estado mental, de intentar averiguar sus causas, de investigar en el pasado personal, nada de eso, es sólo desarrollar ese otro reflejo de “depende de mí o no” y actuar en consecuencia, al modo como ya has desarrollado el reflejo de la atención plena.
Espero de todo corazón que el curso te sea de ayuda y complemente bien tu práctica en el Dharma.
Estoy aquí para apoyarte en lo que esté en mis manos.