
Es muy útil el hecho de que hayas identificado con precisión quiénes se ven comprendidos en cada círculo y qué te compete en cada caso. Este ejercicio tiene la finalidad de concederse, diariamente, un momento para recordarse a uno mismo (siempre se trata de recordarse) que no somos entes separados, que, si somos, somos con todo lo demás, y esto no es una declaración voluntariosa, optimista, no es “whishful thinking” ni un manifiesto hippie: es absolutamente real. Todo lo que es, todo lo que surge, dicen los budistas, surge en dependencia de condiciones; si se modifican las condiciones, se modifica eso que surge; si cesan las condiciones, cesa eso, ya no surge. Algunos, como Thich Naht Han, le llaman “inter-ser”. Bueno, pues se trata de tomar consciencia, diariamente, de este “inter-ser”. No tiene por qué ser algo afectado, heroico, ni siquiera totalmente concreto; basta con que uno pueda estar en el mundo desde esa posición, todos los días.
Te subes al pesero (bueno, en estos tiempos quizá no), y el pesero va como un bólido y el regetón está a todo volumen y uno podría irritarse, pero eres ciudadano de la cosmópolis, estás ahí en disposición comunitaria, irritarte no sólo te perjudica a ti: no beneficia a nadie. Esto es, en cierto modo, micropolítica. Cuando tienes esta consciencia comunitaria desarrollada, entonces todo el tiempo, en todos los pequeños gestos, desde el saludo a un vecino hasta la atención a los que requieren ayuda, se vuelve política en el más alto sentido.
Te estoy muy agradecido por tu magnífica participación en el curso y por el hermoso comentario que publicaste aquí, en la página (también por el que publicaste en el FB). Cursaste este taller en tiempo récord. Se ve que eres un hombre entusiasta. Muchas felicitaciones.
He pensado que quizá te pueda interesar tomar el otro curso de la página, sobre todo porque te has confesado escritor en el texto anterior sobre el último día de vida. Es un TALLER DE ESCRITURA Y AUTOCONOCIMIENTO, de seis semanas. Si te interesa echarlo uno ojo, puedes hacerlo aquí:
Salud, Agustín, que todo te vaya bien.