Gracias por responder.
Tal vez sea mi formación como biólogo lo que me orilla a sentir una responsabilidad que no me está en mí.
Es verdad, la situación no está en mis manos. En mis manos está anticipar, sin resistirme, sin temer, es decir, anticipar que no debo temer porque no está en mí. Lo sé. No temo por mí, temo por los míos y aún así, si me anticipo podría no ser suficiente.
La COVID-19 es una escenario dispreferido, no obstante, anticiparse, ante un ser de un micromundo invisible e ininteligible en la cotideaneidad, es casi imposible e incomprensible. Efectivamente, no está en mí. Sin embargo, anticipar está en el campo de lo posible en mi realidad.
Entiendo que las hipomnémata son un ejercicio mental para la imperturbabilidad, me recuerdan que es lo preferido, luego me anticipo, luego, lo que sigue, no está en mí. Justamente por ello la hipomnémata no es una solución sino una anticipación. Lo que suceda posterior a la anticipación no está en mi control, es externo. La anticipación es lo sentido y es mejor sentir tranquilidad, lo que suceda es lo real y no está en mí, ni me debe perturbar.