
Es muy valiente que hayas escrito sobre esto, que lo compartas aquí, conmigo. En verdad lo aprecio. No sé el grado de dificultad que hayas experimentado para ponerte en la piel de tus padres, pero algo interesante del texto es que presenta un cierto equilibrio entre los “personajes”. Quiero decir con esto que se dejan ver las razones que cada quien tiene para pensar lo que piensa y hacer lo que hace (o no hacer lo que no hace). En ese sentido, desde el punto de vista del propósito que persigue este ejercicio, tu texto está muy logrado. ¿Te permitió esto comprender algo más de tus papás?
Ningún niño o niña debería ser el escudo de ningún padre/madre, es un peso inmenso. Pero te tocó, lo has llevado y eso es parte de lo que te ha hecho quien eres. Puedo entender un poco mejor ese lastre que ha aparecido en textos anteriores. ¿Cómo te ha resultado escribir éste? ¿Qué has experimentado? Me alegra atestiguar que estás con tan buena disposición para elaborar lo que te ha tocado vivir.
Sobra decir que tienes una obvia vena literaria (me encantó lo de “cordillera de tosidos”).
Por aquí sigo.
Pd. Vi tu otro texto sobre el sonido del arándano en el foro de estoicismo. Sin duda, escuchar a un arándano es uno de los hits del ejercicio 🙂