
Tengo que decir que no he encontrado aquí la ventana. Entiendo que el ejercicio se presta a un libre flujo, y que es, en el fondo, una simple excusa para escribir, pero al mismo tiempo persigue un cierto propósito, la posibilidad de un cierto tipo de contemplación y eso se ve oscurecido cuando hay demasiado énfasis en Escribir, así, con E mayúscula. Echo en falta esa observación donde el observador, de alguna manera, desaparece, y entonces se revela el mundo, algo simple y maravilloso del mundo, tal como es. Tú escogiste, y es perfectamente legítimo, escribir aquí un diario privado, que podría responder a la idea de una ventana más privada, pero me parece un desafío más interesante (por motivos quizá muy arbitrarios, pero también por motivos de orden filosófico) darle la voz a una ventana más amplia. Por ejemplo, cuando te sientas en la roca y miras hacia el abismo, no siento el abismo. Tampoco siento las nubes tras la tormenta, porque la descripción está demasiado enfatizada, busca ser demasiado “poética” y eso juega en contra de la expresión, se vuelve una distracción en detrimento de lo que se quiere comunicar. Por eso digo que no he encontrado la ventana. Me parece importante decirte esto, aunque pueda sonar áspero. Tú tienes una obvia facilidad para la escritura, eso es bueno, pero puede jugarte en contra, y mi impresión es que aquí ha sucedido eso. Obviamente, puedo equivocarme en relación a tu intención, pero es la impresión que me deja y sería un error no expresarlo.
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Esta respuesta fue modificada hace 3 años, 4 meses por
Gabriel Schutz.