
Saludos, Gabriel.
Es que a menudo la maravilla llega con una toma de conciencia perturbadora. Pero la perturbación cede, la maravilla permanece. Y estás más que a tiempo para desarrollar esa atención que te ha deparado tantos prodigios.
Desde luego que es teóricamente posible mantener ese nivel de atención. En términos prácticos es más difícil, porque hay una gran cantidad de factores envueltos, desde cómo dormiste y si has comido bien, hasta los factores propiamente mentales (si hay algo en el horizonte de tus días que te produce ansiedad o temor, etcétera). Pero verás que la práctica estoica tiene mucho que ver con poder mantener la mente libre de perturbaciones y por lo tanto plenamente atenta a lo que sucede aquí y ahora, y que esa práctica tiene bases y guías claras para poder hacerlo.
Me alegra mucho que esta pequeña experiencia haya sido tan reveladora para ti, porque se trata de darse cuenta precisamente de esto: de que es nuestra disposición más que la situación objetiva lo que cualifica fundamentalmente la experiencia.