
Lo que se deja ver en tu texto es la búsqueda de un espacio. Aparecen las coordenadas geográficas de interior y exterior, y el extranjero, quizá como una proyección o reflejo de tu propia sensación de no estar en casa, de sentirte a la intemperie, desprotegida, nostálgica de un espacio seguro y perdido. ¿Por qué no mencionarlo en terapia?
El sueño es maravilloso y sumamente espacial también. No me quiero poner freudiano (no es lo mío), pero es difícil no pensar en algo vagamente amniótico en ese lago de aguas calientes, donde es posible internarse en grutas y al que percibes como una NECESIDAD: la necesidad de nadar en esas aguas, cueste lo que cueste. ¿Dónde están esas aguas? ¿Qué son? No a nivel topográfico, sino a un nivel más profundo. ¿Y qué hacen allí esas canchas o pistas de “carrera”? ¿Se relacionan con tu carrera, con las decisiones de espacio que tuviste que tomar para tu propia carrera?
Dondequiera que estén esas aguas, ese espacio aparentemente protegido, es probable que sea más allá de las sombras y por eso, sí, “el punto clave es que las sombras sigan manifestándose”, no para dejarte arrastrar por ellas, sino para atravesarlas.
Hace algunas semanas escribí un texto que tiene partes muy cercanas a las inquietudes que aparecen aquí, en tu texto. Te paso el link a continuación por si te interesa leerlo. Por aquí sigo.
¿DE QUÉ SON TIEMPOS LOS TIEMPOS DE EMERGENCIA? UNA EXHORTACIÓN KAIROLÓGICA