
Está bien, María Teresa, has identificado dos cosas importantes: (1) Que te cuesta observar tu mente y (2) Que te arrebatan las representaciones del fututo, específicamente las que portan la idea de males por venir; en una palabra, las representaciones de MIEDO.
Sobre lo primero, ¿puedes ver qué te impide o dificulta observar tu mente? ¿Te cuesta concentrarte? ¿Te sientes demasiado envuelta en tus pensamientos? Date la posibilidad de escribir sobre esto, puede ser un modo de atravesar esas dificultades.
Sobre lo segundo, cuando te asalten esas representaciones atemorizantes, observa, en primer lugar, simplemente si eso es lo que está sucediendo aquí y ahora, o si sólo es un fantasía. En segundo lugar, estudia qué tan bien fundada está tu fantasía, si es realista o es sólo una proyección catastrófica improbable. Trata de desmontar así tus representaciones de miedo.
Por último, la idea de imperturbabilidad suena quizá a insensibilidad, pero es todo lo contrario. De eso tratan los primeros videos del curso, puedes quizá revisarlos otra vez (también el ejercicio del arándano tenía le propósito de mostrar la potencia sensible de una mente alerta, concentrada, es decir, impertutable). Si no te gusta la palabra imperturbabilidad, porque suena inhumana, olvídala, sustitúyela por la más positiva de serenidad. Estrictamente hablando, una mente que no se perturba está en mucho mejores condiciones de comprender a los otros y ayudarlos, que una mente autocentrada (ego-centrada) en SUS perturbaciones. ¿Cómo una mente tomada por sus propias perturbaciones va a poder salirse de todo eso para escuchar y comprender a los otros, y ayudarles?