Qué interesante, Omar. En primer lugar, el hecho de que hayas adaptado la práctica a los recursos que tenías a mano; de eso se trata. Y por otro lado, la posibilidad de recuperar ese mamey “extraviado” en tu infancia y juventud. ¿Es que los mameys eran distintos entonces? ¿Es que en la infancia y la juventud estamos mucho más atentos a lo que nos sucede y por eso las cosas (las cosas todas) nos saben de manera más plena? Me alegra mucho que este ejercicio te haya permitido tener esa experiencia. La idea del curso es aprender a cultivar un nivel de atención similar sobre la propia mente.
