junio 14, 2020 a las 8:34 am
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Superadministrador
¡Qué lindo, Pilar! Hay una vieja práctica, en muchas tradiciones espirituales y filosóficas, que aparece también en el estoicismo, sobre todo en algunos pasajes de Epicteto. La práctica consiste en “mirar con los ojos del maestro/la maestra”. Así, Epicteto a veces se dice: “¿Cómo habría resuelto esto Sócrates?” o “¿Te perturbas por algo que Diógenes habría despreciado?”, cosas del estilo. El ejercicio que tú haces es similar. Quizá no es exactamente cómo Vico habría picado una cebolla, en el sentido técnico de la operación, pero sí en algo que te hace desarrollar las labores de la cocina con amor. Y el amor es el gran antídoto, o mejor, la gran fuerza.