
Pero está muy bien, Guillermo, no tiene caso que seas tan duro contigo. No pudiste anticiparte, de acuerdo, pero SÍ PUDISTE darte cuenta de cómo podrías haber anticipado esa situación, y ese experimento mental (y de eso se trata todo esto, de experimentos mentales) lo hiciste con enorme claridad. La progresión de tu anticipación es muy oportuna. En primer lugar, imaginar alternativas instrumentales; por último, y esto es lo más importante, ver que, incluso si ninguna de esas alternativas hubiera sido útil, no hay un auténtico daño para ti. En eso consiste la práctica, y no pasa nada, realmente no pasa nada, si esta vez la hiciste “post eventum”. Así es esto, toma cierto tiempo incorporarlo.
Lo valioso, lo muy valioso aquí es que, por un lado, no cejaste e hiciste la anticipación, así fuera después del evento. Por otro, pudiste darte cuenta de un mecanismo de tu propia mente, que se pone demasiado ansiosa con cuestiones técnicas, diciéndote que eres torpe en esta materia, que no podrás, etcétera, cuando esto simplemente no es así. La próxima vez que tengas una cuestión técnica por delante y aparezca este tipo de pensamientos, RECUERDA que ya los has tenido, que no son reales, NO ASIENTAS a ellos (eso lo verás en el tercer módulo o segunda semana) y simplemente haz lo que tengas que hacer, de manera ordenada, siguiendo tu plan paso a paso, sin creerte esas fantasías probadamente falsas, que se levantan como olas pasajeras en tu mente.