
Qué hermoso texto. Tengo que decir que no siempre logro comprender bien las ideas que quieres transmitir y que tu encomiable independencia de criterio para hacer lo que te dé la gana a veces me desconcierta. Pero aquí he encontrado un texto de gran sensibilidad, gran profundidad, escrito por alguien que ha pensado mucho y que tiene una relación extraordinariamente vital con la filosofía. Tu comentario de Kant es una joya y tus líneas finales, que parecen como un testamento moral, y en las que resuenan, quizá, los estoicos, son inspiradas e inspiradoras, transmiten grandeza moral.
Tengo la impresión de que el texto tiene dos grandes partes, aunque en realidad es, todo él, un texto sobre la Bildung, como dicen los alemanes, la formación del carácter. La primera parte la ocupan tus padres y sus ideas, el legado moral que ellos han dejado en ti y en tu hermano, y cómo lo han procesado ustedes. La segunda es tu encuentro con la filosofía. Todo el texto tiene una enorme fuerza, porque hay ternura y a la vez firmeza en la pluma, en las ideas. Quizá no estoy de acuerdo en lo que toca al daimón, pero qué importa eso. Te felicito de todo corazón. No dejes de escribir.