
Lo que dices en tu texto es de gran valor, porque tienes la valentía (el valor) de mirar lo que sucede y asumirlo (y expresarlo en este espacio), y porque el hecho de estar identificándolo te permitirá con un poco de tiempo, constancia y paciencia, trascenderlo.
Hay mucho que decir sobre la ira (en un par de semanas subiré un curso específico sobre la ira desde los estoicos y el budismo), pero quisiera dar aquí algunas ideas. En general, la ira surge porque uno se siente injusta y dolosamente dañado. En este sentido, la ira no es sino el deseo de regresarle el daño a aquel/aquella que lo ha inferido. Como decía Aristóteles, es apetito de venganza. Teniendo esto en cuenta (y puedes constatarlo en ti mismo, revisando situaciones recientes de enojo y viendo si, efectivamente, te sentiste injustamente dañado en esos momentos), puedes hacer lo siguiente:
(1) IDENTFICAR: Observa qué situaciones específicas te enojan, identifícalas con claridad y ANÓTALAS.
(2) OBSERVAR: Luego estudia cada una de esas situaciones y observa si existe en la respuesta/interpretación de tu mente la idea de que has sido dañado y de que, además, este daño ha sido inferido con intención y de manera injusta. ESCRIBE TODO ESTO, es importante.
(3) DESMONTAR: Una vez que tengas esos juicios a la vista, observa si son verdaderos o falsos. Piénsalos desde la perspectiva estoica. ¿Realmente hay daño para ti, siendo que se trata de algo externo? ¿Recibes daño cuando alguien dice o hace algo, o no dice o no hace algo? Además, cuando juzgas que el otro lo hizo para dañarte, ¿cómo puedes saber realmente esto? Considera detenidamente todos estos puntos.
(4) COMUNICACIÓN NO VIOLENTA: Si consideras las situaciones que te enojan como situaciones dispreferidas, puedes, en lugar de explotar, decirle a la persona del caso que tal cosa te hace sentir así y así, y que entonces quisieras PEDIRLE (PETICIÓN en lugar de insulto, queja, o reclamo) lo que quiera que sea que necesites para que no haga ya eso.
(5) ANTICIPAR: Una vez que tienes todo esto reconocido, anticípate por escrito, de preferencia, desmontando los juicios de la interpretación iracunda (que hay daño y que fue dolosamente inferido) y prepárate para escenarios potencialmente enojosos, teniendo a mano el recurso de poder tomar un camino alterno a la ira y, en lugar de explotar, comunicar tu sentimiento, tu necesidad y la petición que quieras formular.
Y luego me cuentas cómo te va con esto.