
¡Hermosísimo texto! Lo disfruté tremendamente. Describe el arco de una vida bien vivida, que no ha quedado sujeta por aquella falacia de “infancia es destino”, sino que ha sabido desenvolverse con valentía, con amor, con curiosidad, con sabiduría. Me gustaron mucho todas y cada una de las estaciones, clarísima y contundentemente caracterizadas, y con la virtud de ser enteramente consistentes, verosímiles; digo esto porque asumo que no estás aún ni en el otoño ni en el invierno (creo que tienes menos de 40 años), pero has proyectado estas etapas con gran claridad. No es poco tener una idea más o menos diáfana de hacia dónde quiere uno apuntar la proa.
Me interesó mucho el asunto del no-saber, porque suena absolutamente socrático y yo mismo trabajo de esa manera cuando doy acompañamiento: lo que me compete es intentar ayudar a parir al otro lo que tenga que parir (o eventualmente a parir juntos algo).
Te felicito por el hermoso proceso que has hecho aquí. Muchísimas gracias por participar en este taller.
Como en el de estoicismo, si te nace hacerlo, si te resultó provechoso el curso, quisiera pedirte que dejes un review. Te recuerdo que las endiabladas estrellitas azules tienen la mala costumbre de modificar su cantidad si uno les pasa el mouse por encima, así que, en caso de dejar el review, asegúrate que la cantidad de estrellas sea la calificación que quieres darla al curso.
Muchísima suerte con tus novelas y proyectos literarios, y también, por supuesto, en todo lo demás.
Ten salud, seguimos en contacto, un abrazo, Agustín.