
Hola, Abraham.
Me alegra lo que comentas sobre tu diario de meditaciones. Sin duda, es una gran herramienta.
En relación al punto 1, todo lo que mencionas está muy bien, razonas con claridad, pero también es importante no negar las propias necesidades, que es un error más o menos típico cuando uno comienza a ejercitarse en la línea de los estoicos. Quiero decir con esto que, más allá de que es cierto todo lo que mencionas (y lo haces muy bien, con gran precisión y ejemplos elocuentes), eventualmente tú necesitas mantener tu concentración, prefieres no ser interrumpido, etcétera, y es importante reconocer esto, siquiera en calidad de un escenario preferido. En este sentido, además de darte a ti mismo los razonamientos para conservar la serenidad cuando te interrumpen, es justo manifestar de manera amable, pero firme, tu auténtica necesidad, no a modo de queja o reclamo, sino como una petición que haces a otra persona, apelando a que comprenda. Esto, manifestar tu necesidad, hacer lo que está en tus manos en relación a lo que prefieres, es parte de lo que depende de ti.
En cuanto al escenario 2, sin duda es un situación estresante y la estás manejando bien. Si notas, miedo y fe (en un sentido amplio de fe) son opuestos: el miedo es la expectación de un mal, la fe es, si no la expectación de un bien, al menos la confianza de que, finalmente, todo acabará resolviéndose de un modo u otro. Desde una perspectiva puramente pragmática, es una posición muchísimo más hábil que el miedo, sobre todo si tú estás tomando todos los recaudos y haciendo todo lo que depende de ti. En esto es importante también la paciencia. Saber que las cosas llevan tiempos que no nos pertenecen y poder mantenerse tranquilos mientras se desarrollan esos procesos ajenos a nuestra voluntad. ¡Vas muy bien!