
Bueno, está bien, hay diferentes visiones sobre un mismo asunto, motivadas por un episodio específico, y no deja de tener su interés ver cómo las personas reacciones de manera tan distinta, dependiendo de sus propias experiencias, pero el propósito de este ejercicio es, más que referir distintos puntos de vista de algo relativamente impersonal, trabajar con esas perspectivas múltiples en torno a algo sumamente personal, un desencuentro, un conflicto donde hubo algo en juego, etcétera. Entonces el ejercicio se vuelve más desafiante, porque implica ponerse en la piel de otros, razonar desde sus situaciones, poder estar por un momento en sus zapatos y ver que ellos también tenían motivos justificados. No es que el ejercicio que presentaste esté mal, en absoluto, está bien escrito y, como dije, tiene su interés, pero la oportunidad de este ejercicio se da con mucha mayor fuerza si lo haces en torno a algo, como dije, más claramente personal. Pruébalo, si tienes ganas, y si no, no hay problema.