¡Qué hermosa experiencia, Rosiris! El título es exacto y elocuente: la atención tiene un sabor peculiar, un sabor intenso, porque de ella depende que se despierten o no los sentidos. También encuentro que la palabra “íntimo” es muy oportuna, porque eso es lo que sucede cuando la atención está alerta: la relación con todo se vuelve mucho más cercana y se diría que uno/a está íntimamente ligado con la experiencia que le toca.
Espero que lo que sigue sea tan disfrutable y provechoso para ti.