
Me alegra mucho leer todo lo que comentas aquí, Yengny. Sobre todo que hayas tenido la experiencia de mirar algo que eventualmente te perturbaba desde una perspectiva totalmente lúcida y hayas podido experimentar cómo eso, ese mirar lo-que-es-tal-como-es, puede desmontar de manera radical algo y hacer ver que, lo que parecía un temible monstruo, no es más que un tigre de papel.
La constancia es realmente importante. Una llave para eso es aquello de “sólo por hoy”, “una cosa a la vez”, etc. Esto favorece que no concibas el asunto con un exceso de ambición, lo que redunda en que acabe siendo pesaroso, y a cambio invita a ir de a poco, sin prisa, pero sin pausa, como suele decirse. La impaciencia es típica de la disposición colérica (pues la cólera es un tipo de avidez: avidez de venganza), por eso puede favorecerte ir de a poco, con deliberada ausencia de prisa o avidez de resultados.
Sigo por aquí en lo que pueda apoyarte.