
Es muy notable la diferencia entre las dos primeras estaciones y las dos últimas. Las primeras dos se sienten escritas con vértigo, en un tono más inventarial: a, b, c, d, e, f; las acciones se suceden en cascada y la prosa tiene un pulso eléctrico, donde caben el amor y las riñas, y el dolor y la fatiga surgen casi de ese mismo vértigo. Las últimas dos, en cambio, no sólo hablan de un aquietamiento, sino que están escritas en un tono distinto, con un ritmo más sosegado, donde hay repeticiones, retornos (“En otoño…”), pausas. Es un arco de vida completo y la imagen final es muy emotiva. No es poca cosa poder figurarse cómo quisiera uno/a morir. Te felicito por este bello texto y te agradezco tu participación en el taller. Espero, de corazón, que te haya sido provechoso.
Si fue el caso, quisiera pedirte si puedes dejar un review (comentario); la última lección del curso dice cómo hacerlo, es muy sencillo (sólo hay que tener cuidado con la cantidad de estrellitas, pues varía con sólo pasarles el mouse por encima).
También quiero invitarte a los otros cursos de este sitio. Quizá puede interesarte el de FILOSOFÍA ESTOICA APLICADA. Allí, como aquí, yo doy un seguimiento cercano a cada estudiante. Puedes revisar la información del curso en este link:
Saludos cordiales, y estoy a disposición en lo que pueda serte de ayuda.