
Gracias, Sofía. Yo tengo algunas ideas sobre esto, pero la respuesta tiene que venir de ti. Es cierto que la inercia juega un papel. En la medida en que reconoces la aparición de esos personajes y tomas distancia, no los alimentas y, a la larga, mueren por así decir de inanición.
Intenta observar con mayor detenimiento a la bruja: qué la detona exactamente y por qué.
La amabilidad es una cualidad valiosa, pero si haces un personaje de ella, sólo será un personaje. Quiero decir con esto que, cuando algo se “solidifica” en un personaje, pierde en cierto modo su pureza y ya no es amabilidad como tal sino una especie de interpretación de la amabilidad. Si la amabilidad surge espontáneamente, entonces no hay un personaje, sino una cualidad manifestándose.