
Me alegra leer esto, Bárbara.
Naturalmente, es más difícil desasirse de los juicios ajenos, disolverlos, digamos, cuando provienen de personas que queremos o valoramos, como es el caso de tus padres y el juicio que hacen o sientes que hacen hacia tu maternidad. ¿Qué es lo real en todo eso: tu maternidad como tal o lo que ellos opinan? Que tu fundamento se apoye en lo real. En eso consiste el estoicismo. Pero entiendo que es difícil cuando se trata de los padres o de personas que nos son queridas y cuya opinión valoramos. Sin embargo, no dejan de ser opiniones y no están más autorizadas por el hecho de ser pronunciadas por unas u otras personas.
En muchos momentos de tu texto hablas de gozo, diversión, y eso es en principio una buena cualidad de la práctica, poder disfrutarla, más allá de momentos en los que puede resultar ardua.
Que siga la aventura.