
El relato del día 4 me parece maravilloso y no puedo decir exactamente por qué, lo que quizá lo vuelve aún más interesante. Por supuesto, desde una perspectiva aburridamente lógica, todo está descaminado: lo que hace amable y gozosa la vida no es primordialmente la edad, sino otros factores, como la salud, la sabiduría, etc. Pero esto pasa desapercibido en un primer momento, quizá por los prejuicios que tenemos en relación a la juventud y la vejez. Es decir, hay como una lógica interna de dar por sentada una premisa que se sigue de manera verosímil a través de variaciones y ese cierre, contundente y dogmático, deja sin aliento. Es excelente. Bravo.
¿Realmente es así, tus posibilidades radican en el género? Es indudable que el género, o mejor, que la mujer, ha sido persistentemente negada a lo largo de la historia y, en este sentido, desde luego que hay una marca de género, marca que en estos tiempos, felizmente, comienza a ser desmontada. Pero aun con esto, ¿es el género, el ser mujer, lo que determina tus sueños y posibilidades últimas? Supongo que depende de qué posibilidades estés considerando. Personalmente, pienso que es un error lamentable creer que todo debe ser visto bajo la óptica del género, como se ha vuelto habitual. ¿No hay nada más allá del género? ¿El género es la quintaesencia última? Y la especie ¿dejó der ser un asunto? Porque el género es género de una especie, ¿no es así? Si todo lo miramos desde el género, parece que tú, mujer, y yo, hombre, estamos fatalmente separados por esta distinción y siempre estaremos enfatizando las diferencias, precisamente, de género. Y esto puede tener y tiene, de hecho, enorme sentido en muchos ámbitos, porque permite visibilizar diferencias, pongamos, de oportunidades en el mercado laboral, diferencias en cuanto a la seguridad, etc. Esto, reitero, es muy importante. Pero las posibilidades últimas, ¿las determina el género? ¿O son posibilidades humanas, esto es, de la especie en cuanto tal? ¿No es el amor una posibilidad humana en general? ¿No es el sufrimiento elemental de ser mortales, de envejecer, de ser susceptibles a la enfermedad, de ver nuestos deseos frustrados, una condición humana en general? ¿No tenemos todo esto en COMÚN? ¿Y no radican en estas condiciones básicas de la existencia nuestros sueños y posibilidades más profundos? Insisto en que no estoy queriendo negar la importancia de todo lo que está siendo discutido, sólo cuestiono si, a la hora de pensarte y pensarte en términos de sueños, posibilidades, prejuicios y condena, el género (si es que entiendo bien lo que quieres decir) es el lugar último.
Más allá de lo anterior, celebro todo el texto, el Te amo desempolvándose para abrir nuevos horizontes, los besos que aquietan la impaciencia, la moneda en el aire y tu escritura, sofisticada y aguda.