
A tres semanas de cumplir 70 años, supongo que mirar retrospectivamente la vida como un todo, con toda esta riqueza de experiencias, ha de ser satisfactorio. Como en toda vida, hay amor y desamor, aflicción y alegría, ventura y desventura, pero destaca una cierta intrepidez, un espíritu inquieto, viajero, buscador, luchón, una gran capacidad para reinventarse y el humor, quizá tu gran refugio, tu gran instrumento alquímico, ese que te ha permitido, desde niña, transformar la tragedia en comedia. En fin, que me encantó conocer de tu vida con mayor detalle y verla así, en un cuadro sinóptico; conocía algunos episodios que me habías contado años ha, lo de las radios y las comunidades indígenas o tu apego hacia la casa de tus padres, pero desconocía casi todo lo demás. Gracias por las flores, Mat. También yo te tengo a ti por una persona maravillosa.
Te agradezco mucho haber pasado otra vez por este taller. Fue un deleite leerte. En lo que pueda apoyarte con los miedillos y las aprehensiones, cuentas conmigo.
Como siempre, te pido encarecidamente, si no es molestia y te nace, si puedes dejar un comentario del curso.
Un abrazo muy fuerte.