
Qué fuerte este texto, qué nostálgico. Recuerdo que tiempo atrás me escribiste preguntándome sobre el miedo y aquí aparece con una fuerza arrolladora. Hay algo difícil de identificar con el miedo, un problema estilo huevo-gallina. De un lado, el miedo nos compele a huir, pero de otro lado, el huir mismo es YA el miedo actuando. Digo esto porque en toda esta nostalgia, este poderoso deseo de regresar allí adonde fuiste feliz o crees haberlo sido, lo que hay es una huida. ¿Cómo poder habitar, morar en lo que te toca ahora si estás de antemano en otro “sitio”, en otro tiempo?
Mencionas aquí algunos episodios desoladores: el desmembramiento de la familia, la muerte de seres queridos. ¿Cuándo aquella felicidad, real o idealizada, se vio interrumpida y por qué? ¿Hubo eventos asociados a esto? ¿Son estos eventos desoladores? Si es el caso, da la impresión de que no los has terminado de elaborar, de que esos eventos no han sido INTEGRADOS a tu vida, de modo que la disocian entre un antes, al que quisieras regresar, y un después, del que huyes. Si esto tiene sentido, es importante que busques el modo de hacerlo, sola, o quizá mejor, acompañada por alguien competente. Por supuesto, estoy enteramente a las órdenes, de manera epistolar o presencial.
Te agradezco mucho tu participación en este taller, hiciste un muy buen trabajo y para mí fue muy grato poder leerte y acompañarte. Ya publiqué también tu reseña, gracias por dejarla.
¿Cuál es el texto que no leí o que no respondí? Yo leo y respondo a todos los textos, y si hubo alguno que no respondí es porque no me llegó la notificación. Fíjate, por favor, si está en el foro e indícame cuál es para poder leerlo y escribirte.
Creo que el curso de filosofía estoica aplicada puede ayudarte también con el asunto del miedo.