febrero 4, 2022 a las 9:34 pm
#15680
Participante
Muchas gracias por tus comentarios Gabriel, como suele ser, también en esta ocasión han resultado valiosos. Ahora que lo veo en retrospectiva, en efecto veo que algo hay de esa labor alquímica de transmutación de lo pesado en etéreo, pues esos 15, 20, 30 o 40 minutos que pasé escribiendo fueron pausa, sosiego, descubrimiento y transformación (de lo del “otro lado”, de la ventana y de mi propia mirada). Y al final, ese sabor de algo enorme y bello. ¡Gracias por sugerir este lindo y potente ejercicio!