
Es indudable que la presión social está llena de espectros que nos meten en las venas desde la cuna y es igualmente indudable que desasirse de toda esa hojarasca es un paso decisivo hacia la libertad. En este sentido, el hecho de que hayas logrado, conscientemente, quitarte de encima los espectros de la productividad, de la religión, etc., y hayas podido enfrentar las consecuencias es un mérito significativo.
Sólo quisiera señalar que no hay real disociación entre ser un buen hombre y un buen ciudadano, si entendemos la condición de ciudadanía en un sentido amplio y profundo, que no se restringe a las normas, sino que ve la comunidad como el espacio natural para el despliegue de las virtudes. No son cosas separadas y la no-separación es clave para desasirse del espectro raíz, que es la ilusión de un yo separado de lo otro.
Es importante que al final hayas indicado el riesgo de ese espectro altivo. Mientras leía, pensaba que el espectro que se dejaba ver en tu escritura era precisamente el del orgullo, y no está mal si esto te alienta y estás consciente de ello.