¡Excelente!
Ahora: ¿de dónde provinieron el goce y el carácter meditativo de la experiencia? ¿Fue por la fastuosidad del alimento? Desde luego que no. Fue por tu disposición mental, por la calidad de tu atención. En este sentido, nada te impide sostener una disposición semejante ante cualquier cosa que se te presente, incluso ante tus propios pensamientos. ¿Y cuáles son las características de esta disposición? Apertura total, curiosidad, ausencia de juicio. Todo esto se hará más profundo a lo largo del curso.
Estoy aquí para ti. Saludos.