
Es muy valioso que puedas reconocer tu parte y sientas el impulso de querer tomar las riendas de tu vida. La lectura que haces sobre tu relación de amor, el hecho de haber depositado tu entero bienestar ahí, etcétera, tiene, desde luego, sentido. Solo quisiera hacer una precisión. Cuando uno se embarca en una relación romántica y hay una especie de desesperación en el modo como se procura a la otra persona, eso en general no tiene que ver con querer más al otro que a uno mismo, no se trata de amor, en sentido estricto, sino de NECESIDAD. Es por MI necesidad que busco desesperadamente al otro, para que no me abandone, para intentar asegurarme que se quedará, que es “mío”. Bajo el aspecto de ser amor, es en cierto modo lo contrario. Y esto no es motivo para culpabilizarse en asboluto, las relaciones románticas despiertan en general mecanismos posesivos, inseguridades, miedos, sobre todo cuando transferimos allí algunos aspectos de la relación que tuvimos en la infancia con nuestros cuidadores, y esto, lamentablemente, es muy común. Pero hacerlo consciente es un primer paso fundamental, porque es de esa consciencia que surge la posibilidad de amar genuinamente, de querer el bien del otro en un sentido profundo.