febrero 18, 2023 a las 11:37 pm
#15974

Superadministrador
A ti gracias, Rosalinda, por este texto tan hermoso, en el que se respira ese demorarse en el instante y paladearlo, esa “intimidad con todo” (como dijo Eihei Dogen, un gran maestro zen) y la sensación de que el simple hecho de estar viva es asombroso, una gracia, un don, desde tu esposo hasta la luna, desde el cerro y el despuntar del sol, hasta tu madre y tus sobrinos.
El asunto es mantener esta disposición de aprecio del tiempo, de encantamiento del mundo, de gratitud ilimitada, más allá del ejercicio. Es muy importante hacerlo constantemente, día con día, de modo de ir incorporando la persectiva que da esto, a fin de que se vuelva cada vez más natural.
Bravo por estas bellas palabras.
Sigo por aquí.