
Gabriel, buenos días. Espero que se encuentre muy bien.
Muchas gracias por la respuesta. La explicación sobre el habitar el presente que da me ha parecido clara y muy potente. Y pensando en ello, pienso que este enfoque es muy bonito porque no solamente nos brinda una forma de ser o relacionarnos con nosotros mismos, sino con el mundo exterior (los otros, la naturaleza, nuestros espacios habituales). Es una forma de quebrar cierto ensimismamiento y de hacernos y reconocernos parte de la realidad. Qué hermoso. Cuando nos plegamos a lo real, siento yo, aunque puedan sobrevenir recaídas, reveses o momentos de inquietud, el miedo pierde fuerza, porque se hace más importante vivir el ahora que pre-ver o pre-ocuparse de cosas que no han pasado. (Esto es algo que me cuesta a veces procesar, pero ahí vamos…).
Siento, luego de hacer la actividad de los espectros, que nuestros miedos nos evitan vivir bien, precisamente porque el miedo mismo es a lo desconocido o a la muerte o a lo extraño. Me recuerda la película Belleza Americana, donde decían que “no hay que aferrarse a la vida. Sino fluir a través de ella”.
Bueno, son cuestiones por ir revisando…
Finalmente, me gustaría pedirte, por favor, alguna recomendación bibliográfica para acercarme a las reflexiones del budismo sobre ese tema de morar el presente o el ahora.
Muchas gracias por todo, Gabriel.