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Gabriel Schutz.
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febrero 8, 2023 a las 8:29 am #15962
Daniel Dalla Via
ParticipanteAnte situaciones de estrés tengo auto charlas muy duras conmigo mismo, van acompañadas de emociones de marcado enojo-ira, algunas dirigidas a un hermano mayor a quien siempre me costó ponerle límites (seguramente vinculada a mi historia personal), otras en mi ámbito laboral. Creo que mi personalidad estructurada, la falta de ejercitación respecto a imaginar previamente esos escenarios a los que percibo perturbador, me impiden muchas veces lograr “filtrar” las representaciones que me hago, en consecuencia, actuar de una manera virtuosa. El concepto estoico de la distinción maestra lo considero clave para iniciar el camino hacia la imperturbabilidad como ideal.
Otra situación que me perturba es la situación de mi hijo quien presenta consumo problemático de sustancias psicoactivas, en especial su mirada “light” del asunto, su minimización, el creer que lo tiene bajo control, el no pensar las consecuencias a mediano y largo plazo; perdió el trabajo el año pasado a raíz de faltas reiteradas; le restan materias para culminar el colegio secundario. Leyendo el apunte del curso (fundamentos de la imperturbabilidad ante lo que no depende de mi), me hizo reflexionar la parte donde menciona “la satisfacción (deber) de haber hecho todo lo que estaba en mis manos…” En efecto, hizo consultas con un psicólogo especializado en adicciones, hace poco tiempo hable con una comunidad terapéutica, lo acompañe recientemente al psiquiatra, le pregunto cómo va asimilando su organismo la medicación, le doy tareas para ayudarlo a reincorporar el sentido de responsabilidad, a levantarse más temprano. El punto es que es mi único hijo, y admito que, con frecuencia me invaden emociones de desesperanza, impotencia, bronca, culpa por no haber estado más presente en su etapa más vulnerable de su desarrollo (adolescencia que fue cuando inicio el consumo de marihuana, luego sobrevino el exceso de alcohol y cocaína). Soy consciente que la problemática de las adicciones es compleja, en Argentina, la ley de salud mental tiene sus contradicciones, por ejemplo, en caso de ser necesario la internación, se debe contar con la voluntad del paciente.
Gabriel, excelente el material de la primera clase, me resta subir la tarea de como uno se prepara en la mañana y la reflexión nocturna.febrero 12, 2023 a las 11:26 am #15964Gabriel Schutz
SuperadministradorAprecio mucho la apertura con que has escrito este texto. Aunque parezca extraño, el estoicismo (como, en general, las tradiciones de sabiduría primordial) no es otra cosa que una guía para abrir el corazón y la invulnerabilidad estoica estriba, toda ella, en un corazón totalmente abierto, a diferencia de la idea popular sobre los estoicos. Pero no quiero por el momento abundar en esto, solo enfatizar la importancia y destacarlo en tu texto.
De manera similar, la auto-severidad, que podría parecer también típicamente estoica, es contraria al espíritu del estoicismo. Recuerda aquel texto de Séneca, sobre el examen vespertino, y la gentileza con que él se permite revisarse, sin ocultarse nada, pero sin condenarse. Condenarse (o su contrario, evanescerse), genera afectos de segundo orden que son más difíciles de desanudar: tener miedo de tener miedo, enojarse por estar enojado, etc. La disposición que conviene, a la hora de examinarse, es la de una observación atenta, curiosa, como la del científico o el poeta, CUYO “ÉXITO” NO RADICA EN CONSTATAR QUE UNO ES UN VIRTUOSO CONSUMADO, SINO EN APRENDER. Procura ser riguroso en la observación, es decir, exhaustivo, pero no en el juicio. Al juzgarte, clausuras una perspectiva lúcida, pues te identificas con algo: Yo SOY X. Y esto es invariablemente falso. Tú no eres lo que un juicio momentáneo dice de ti. El juicio, en todo caso, debe estar del lado de lo que depende de ti en ese momento, que es estar examinándote.
En cuanto al problema de adicción de tu hijo, también en esto vale la distinción maestra. Si has hecho lo que estaba en tus manos, exhaustivamente, has de poder descansar en eso. Desde luego que es doloroso ver los obstáculos, tropiezos y yerros de nuestros hijos, pero es de mucho mayor ayuda si nosotros podemos acompañarlos con serenidad que con aprehensión. Ellos tienen sus propios desafíos, su propio rompecabezas y solo podemos acompañarlos en eso; sería un gran error querer resolver lo que les compete solo a ellos (y en cuya resolución estriba también su propio crecimiento). La culpa nunca es de ayuda; la responsabilidad, responder-por, eso es lo que repara, en el peor de los casos, a uno mismo.
Me alegra mucho saber que te gustó el material. Muchísimas gracias por dejármelo saber. Sigo por aquí, Daniel.
febrero 12, 2023 a las 11:29 am #15965Gabriel Schutz
SuperadministradorOlvidé decir algo: ante el estrés, es importante poder DETENERSE. El examen es una ocasión para detenerse. Toda la práctica del budismo antiguo (theravada), lo mismo que la práctica estoica, consiste en DETENERSE (Samatta) y contemplar o ver claro (VIPASSANA). El sufrimiento se origina, para estas tradiciones, en ver las cosas distorsionadamente; la salud, la paz, descansan en ver claro. Y para eso es preciso poder, antes, detenerse. “No es posible ver claro en medio de la tormenta”, dice Séneca en algún lugar.
febrero 12, 2023 a las 5:55 pm #15966Daniel Dalla Via
ParticipanteMuchas gracias Gabriel por tu respuesta, super didáctica, insta e inspira a la reflexión, despierta deseos de aprender y superarse!!!
febrero 12, 2023 a las 7:42 pm #15970Gabriel Schutz
Superadministrador¡Me alegra y me honra, Daniel!
Pd. Te mandé un correo diciéndote “feliz domingo porteño”, pero fue un error, porque no sé si sos de Buenos Aires. En todo caso, feliz domingo rioplatense.
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