fbpx
Viendo 2 entradas - de la 1 a la 2 (de un total de 2)
  • Autor
    Entradas
  • #13867

    El lunes 13 mandé, por correo electrónico, documentación y fotos ilustrativas para una propuesta de venta a una persona después de nuestra conversación telefónica en la que se mostró amable y conocedor de la materia. En estos correos, le solicité acuse de recibo. No lo hizo. El jueves 16 le mandé un whatsapp preguntando si había recibido los correos y si había podido abrir los archivos sin problema. No obtuve ninguna respuesta. Me puse mal y a darle vueltas al asunto de manera repetitiva. Ese es un patrón habitual en mí. El parloteo es: ¿le hablo, no le hablo, no le importa, no me toma en cuenta, alguien le habrá dicho algo negativo de mí, etc. etc.
    Su falta de respuesta ya no va a ser interpretada como desatención a mí o como mensaje de que no soy importante. (juicio es propio). Mañana lunes 20 llamaré con cordialidad y con curiosidad (propio) y sin temor a molestarlo (impropio). Si bien, el inicio ya fue despreferido, no hay nada daño alguno. Preguntaré si le interesa o no y ponderaré su respuesta para tomar mi decisión. Si no me responde o no me parece su respuesta buscaré otra alternativa y será un bien haberme dado cuenta de que no puedo contar con esta persona inicial desde antes de formalizar el trato firmando un contrato. Depende de mí la decisión de trabajar con él o no.
    Tiendo a dudar de mí misma y me da el bajón (propio). Dejar las cosas a la deriva y/o desatenderlas es un mal. Al no quitar el dedo del renglón, temo “molestar” (el que otro se moleste por algo pertinente es impropio). Mi diligencia será calibrada para darle tiempo a los demás sin permitir que mi tiempo no sea considerado (propio). Si el otro no es sincero o no es diligente (impropio), me puedo alejar.

    #13872
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Está muy bien todo lo que has escrito y cómo lo has aplicado, minuciosamente, a la situación que refieres. Quizá un asunto importante a tener en consideración, también, es poder reposar, por así decir, en haber obrado todo lo que estaba en tus manos y en haberlo hecho bien, con la mejor disposición, etcétera. Esto es una fuente de satisfacción importante. Tú, bajo el mejor criterio de que eres capaz, has hecho lo mejor que podías hacer y si otros no lo ven así, está bien, pero no es tu problema (a menos, claro, que puedas mejorar a partir de algo que observas en la respuesta de los otros, en cuyo caso tampoco hay problema, porque lo que depende de ti, aprender y mejorar, lo estarías haciendo).

    Algo que yo he observado en mi propia experiencia, promoviendo los cursos, es que, cuando uno insiste, puede haber un abanico de respuestas bastante amplio: desde la total indiferencia hasta la gratitud, pasando por respuestas educadas del tipo “ahora no puedo”, hasta respuestas ásperas. Esto es interesante, porque una variedad tan dispar de respuestas demuestra, precisamente, que no puedes identificarte con ninguna de ellas (ninguna representa o dice algo totalmente real y exhaustivo sobre tu mensaje). Tú haces tu parte y la reacción ya no es tu asunto. No es que tengas que ser insensible, puedes eventualmente aprender algo, pero no depositar allí tu valor o disvalor, el valor de lo que promueves o su disvalor, etc.

    Ahora el asunto es cimentar este tipo de razonamientos, tenerlos completamente a mano en cada ocasión, de modo que estés preparada para escenarios dispreferidos y no te afecten ya, ni te hagan dudar, ni mucho menos, te bajoneen. Como bien dices, sé paciente y diligente (esta expresión la usaba mucho S.N. Goenka, un maestro de vipassana) en la práctica.

Viendo 2 entradas - de la 1 a la 2 (de un total de 2)

Debes estar registrado para responder a este debate. Login here