fbpx
Viendo 2 entradas - de la 1 a la 2 (de un total de 2)
  • Autor
    Entradas
  • #15188
    Karina Rodríguez
    Participante

    Comencé con un dolor hace 3 años, cuando uno de mis hermanos más queridos murió. Desde ese momento padezco un dolor en la espalda que no se desaparece, no hasta ahora, aunque he aprendido a sobre llevarlo y lo he tratado, sigue ahí, a veces me frustra y me entristece, hace 6 meses comenzaron a realizarme infiltraciones en la fascia esperando mejora y así ha sido, pero poca, sólo puedo someterme a 2 infiltraciones más, y de no aliviarse significativamente, sólo me dejan la opción de seguir con medicación, pasé ya muchos años con todo tipo de pastillas, parches, inyecciones, algunos realmente fuertes e invasivos, procuro el ejercicio y mantenerme en peso bajo para evitar más malestar, sin embargo, me entristece darme cuenta que probablemente viva con este dolor para siempre, no es ciertamente lo que me hubiese gustado vivir. Pero, a pesar de esto, me he dado cuenta que he podido seguir con la mayor parte de mis actividades, en términos de mi salud en general, no corro riesgo, es un malestar, hay días muy buenos, otros no tanto, pero nunca incapacitantes, ya no. Puedo seguir haciendo lo que me gusta y me exige poner más atención a cosas que pueden ser simples pero importantes a la larga, como mantener una buena postura, mantener una alimentación sana, es una “exigencia” que he aprendido a disfrutar. Hace muchos años pensaba que si me sucedía algo así no podría manejarlo, y sin embargo sigo aquí, los pensamientos casi siempre son peores que los hechos. Mañana, cuando me revise la doctora, tal vez pueda sugerirme alguna otra opción, no lo sé, pero siempre podré hacer algo para sentirme mejor, creo, aceptar que los hechos son así, que no fue provocado de manera consciente por mí, y que a pesar de ello sigo mi vida, y que si bien el malestar no se irá, no lo sé, lo que sí depende de mí, lo que sí puedo controlar, es mi actitud frente a él, darme cuenta que aún con una situación adversa puedo seguir proyectando y trabajando en otras esferas de mi vida.

    #15198
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Lo dices con mucha claridad, Karina: “los pensamientos casi siempre son peores que los hechos”. Parece una frase dicha por Epicteto (“Los hombres no se ven perturbados por las cosas, sino por las opiniones sobre las cosas”). Esto es real. También es real que el dolor fatiga, que es dispreferido, y que los grados de esta “dispreferencia” varían cada día de acuerdo con una multiplicidad de condiciones. Es importante estar consciente de esto, como sin duda lo estás.

    Ahora bien, si el dolor comenzó cuando murió tu hermano, entonces parece ser que el origen de este dolor fue el impacto psicológico (el dolor psicológico) que te causó esta muerte. Me pregunto si la posibilidad de liberar este dolor no tiene que ver, entonces, con infiltrartse en la psyché, la psique, la mente, más que en el cuerpo, aun cuando el dolor haya sido somatizado. Digo esto porque los tratamientos que refieres apuntan al síntoma físico, pero el origen del dolor, tal como tú lo pones aquí, está claramente en otro “lugar”, en un espacio afectivo. Sospecho que podrías llegar lejos si investigas por ese lado en un marco terapéutico, con alguien competente para acompañarte en el proceso.

Viendo 2 entradas - de la 1 a la 2 (de un total de 2)

Debes estar registrado para responder a este debate. Login here