fbpx
Viendo 7 entradas - de la 1 a la 7 (de un total de 7)
  • Autor
    Entradas
  • #14540
    Jairo Vladimir
    Participante

    Te encuentras concentrado tratando de hacer tu labor, pretendiendo terminar lo antes posible, cuando una inevitable distracción ocurre: alguien irrumpe en tu lugar y te distrae definitivamente de tu actividad. No puedes sino sentir cierta aversión a la situación: esto te desata algunos pensamientos acompañados de ira, rechazo y frustración, pues te cuesta admitir que la otra persona no note que estés ocupado y venga a distraerte. Ahora bien, ¿qué es lo que pasa por tu interior? ¿Qué juicios vienen con esa irrupción del otro? Se encuentra la sugerencia de que el otro debería saber lo que estás haciendo, debería saber la importancia que le concedes a tu actividad, y reconociéndole la misma importancia que tú, dejarte proseguir con la misma sin interrupciones, pero, por otra parte, piensas que el otro sí sabe lo que estás haciendo, sabe de su importancia y sabe que no debería interrumpirte, pero si lo hace, lo hace entonces a propósito, esa persona quiere interrumpirte, porque no le importa lo que estás haciendo y cree que lo suyo es más importante, por lo que, en último término, tú no le importas a esa persona. Todo esto aparece como algo negativo, algo perjudicial, pues lo bueno es que le importes a la otra persona, que te reconozca y te respete, es decir, que no te interrumpa; el otro te hace daño. Ya ves, pues, de dónde proviene tu cólera.

    ¡Pero detén un momento tu juicio, no te agobies demasiado pronto! Pues si piensas que las otras personas deberían saber todo eso, deberían saber lo que haces y el valor que le das, pides algo que no depende de ti, a no ser que tú mismo se los digas, y aun así, de ti no depende que efectivamente lo entiendan y respeten. Ahora, si piensas que el otro lo sabe, y te interrumpe para causarte algún daño, date cuenta primero que ese es tu propio juicio, que estás atribuyendo un fundamento a lo que aparece sin él (la mera aparición del otro dentro del ámbito de tu actividad); piensas que no le importas al otro, ¿entonces por qué habría venido a tu encuentro? Y piensas que te daña, pero no ves que ese supuesto daño sólo durará hasta que el otro se marche, cuestión de minutos, pero incluso si fuera un par de horas, cuando se vaya, ¿qué daño te habría dejado? Lo que haga, una vez más, no depende de ti, y tu bien está más bien en esas cualidades que tienes la oportunidad de ejercitar: paciencia, benevolencia, flexibilidad y hasta alegría. ¿Qué es entonces su “interrupción”? Nada más que esto: llega a tu lugar, te habla, se mueve de un lado para otro, está contigo, te pide respuestas, solicita tu mirada, se ríe, hace ruidos, y toda esa serie de actos y palabras sólo duran un rato, sólo un rato y desaparecen… Abandona mejor tu atadura a tu campo de trabajo, y no opongas resistencia al juego.

    #14547
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Jairo, es realmente extraordinario el trabajo que estás haciendo. Da la impresión de que llevas escribiendo este tipo de notas hace mucho, porque son una de precisión, una agudeza y una profundidad notables. El primer párrafo es un perfecto desmenuzamiento de la cólera. Efectivamente, para sentir cólera debemos creer que alguien nos infiere un daño doloso, deliberado y, en último caso, injusto, que es la exacta conclusión a la que llegas.

    El segundo párrafo da un paso más y desmonta por completo la idea de que la interrupción constituya un mal (o la no interrupción, un bien). Bravo.

    Te felicito de todo corazón y te pregunto: ¿sientes que la práctica está siendo efectiva? ¿Has ganado serenidad?

    #14548
    Jairo Vladimir
    Participante

    Estimado Gabriel, gracias por revisar mi tarea y por tus comentarios, hice unos cuantos ejercicios de este tipo durante la semana (con otras representaciones y otras situaciones) y parece que he encontrado, a juzgar por lo que me dices, una manera acertada de trabajar sobre ello. Cierto es que no me es del todo nueva la escritura para explorar y expresar un tanto diversas situaciones, pero creo que definitivamente sí lo es desde el enfoque estoico.

    Respecto de lo que me preguntas, sí estoy notando su efecto, el que podría señalar en dos momentos diferentes: en el momento mismo de realizar la escritura, por una parte, y en el momento de estar en determinada situación y evocar los principios estoicos. Creo que sí hay un grado mayor de serenidad, quizá sobre todo a nivel de conciencia: me refiero a tener la conciencia de que poder optar, ante cualquier situación que me empujaría al arrebato, por la serenidad, lo cual ya es bastante, aunque aún no pueda alcanzar efectivamente dicho estado en todas las circunstancias.

    Por otra parte, me permito usar este mismo espacio para plantear una duda que me ha surgido en el último par de días. ¿Cómo se trabaja con una representación interna que provoca arrebato? Por ejemplo, un pensamiento recurrente, ¿se trabajaría sobre el pensamiento o idea misma (p. ej. “siento que no estoy haciendo lo que debería”), o se busca la o las situaciones externas que provocan ese pensamiento (p. ej. una pila de tareas por hacer, un estado de cosas que no es igual al deseado, el compararse con alguien más, etc.)?

    #14552
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Es un gusto poder acompañarte en este proceso, Jairo.

    Me alegra ver que la práctica empieza a generar efectos. No te preocupes si alcanzas a estar sereno en todas las situaciones que quisieras; esto toma cierto tiempo, pero, si eres constante, se vuelve y más y más enraizado y profundo.

    En relación a tu duda, es difícil contestar. Voy a tomar tu ejemplo, el pensamiento “No estoy haciendo lo que debería” y a ensayar algo. Un modo intuitivo de desmontar este juicio es interrogarlo. ¿Por qué no estoy haciendo lo que debería? (“Porque me resulta aburrido”, “Porque estoy cansado”, “Porque no le encuentro sentido”, etc.). ¿Por qué es algo que DEBO hacer? ¿Por qué le asigno preferencia al deber, en este momento, por sobre otras cosas, como el placer, el esparcimiento, el cultivo de algún aspecto importante de mi vida, etc? ¿Es oportuno entregarse al deber en este momento, habida cuenta de la situación real de motivación, energía, entusiasmo, fatiga, etcétera?

    Por otro lado, tu sugerencia de investigar las situaciones que disparan el pensamiento es oportuna también. ¿Por qué me estoy comparando con esa persona? ¿Tiene sentido establecer una comparación de este tipo?

    ALGUNAS OTRAS PREGUNTAS SOBRE EL EJEMPLO QUE HAS PROPUESTO:

    ¿Cuál es el máximo deber de un ser humano?

    ¿La pregunta que te asedia es tal que, de cumplir con los deberes inmediatos, incluso con los no tan inmediatos, sientes que de todos modos quedarías insatisfecho (la pregunta seguiría martillando con nuevos deberes que cumplir)? En otras palabras, ¿crees que habría un nivel de suficiencia en lo que toca al cumplimiento de los deberes, o que nunca será suficiente y siempre habrá un hostigamiento relativo a un deber en espera de ser cumplido?

    #14554
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Siempre se me olvida preguntarte cómo fue que te enteraste del curso…

    #14555
    Jairo Vladimir
    Participante

    Estimado Garbiel, efectivamente, me parece que es cuestión de constancia, y como lo explicas en una de las lecciones, de generar nuevos hábitos, o enfrentar la inercia habitual con otro tipo de inercia. Seguiré trabajando sobre ello.

    Por otra parte, gracias por tu respuesta. Me parece que, partiendo de las preguntas que has sugerido, se puede hacer un gran trabajo para desmontar la representación (el pensamiento) desde “adentro”, pues ciertamente en ese ejemplo hay muchos juicios implícitos que de alguna manera pueden causar la perturbación. Quizá investigar y cuestionar las situaciones (o lo “externo”) sea un camino algo más largo, pero no dejaría de ser interesante, sobre todo pensando que sería bueno localizar las impresiones de afuera que causan esos pensamientos (y aquí me parece importante la idea de que a veces no somos tan conscientes de las representaciones internas o externas ante las que reaccionamos, siendo nuestros pensamientos una reacción ante la situación, o la situación algo que configuramos a partir de ideas previas).

    Por último, me enteré de tu labor a partir de una entrevista más o menos reciente que apareció en una publicación digital (Filosofía&co), me interesé y decidí explorar directamente tu página web, y aquí fue donde encontré este curso, así que me animé a cursarlo, y héme aquí…

    Saludos!!

    #14558
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Muchas gracias por tu respuesta, Jairo. Qué bueno que aquella entrevista te trajo por estos lares. Saludos para ti.

Viendo 7 entradas - de la 1 a la 7 (de un total de 7)

Debes estar registrado para responder a este debate. Login here