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Gabriel Schutz.
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junio 5, 2020 a las 7:27 pm #13268
JOSE DE JESUS BUCIO GARCIA
ParticipanteTaller: Filosofía Estoica Aplicada
José de Jesús Bucio García
Semana 1Diálogos conmigo mismo
Mis diálogos internos acostumbran a ser juicios, normalmente busco poner la etiqueta Bueno/Malo a todo lo que veo. Aunque a nivel racional estoy convencido que estos juicios debería hacerlos sobre un fundamento de duda. En la vida real, en ese etiquetador automático en el que he convertido mi cabeza, no admito duda ni discrepancia alguna. Si algo no recibe la misma valoración que yo le doy, inmediatamente cambio la etiqueta de “malo” a “peor” y a la persona la voy catalogando como necia. Lamentablemente, el primero que tiene esa etiqueta en mi mente soy yo mismo.
Los temas que predominan normalmente en mis diálogos internos, son aquellos que tienen que ver con las exigencias del mundo hacia mí. Tiempo, paciencia, resultados en el trabajo, remordimientos, etc. Rara vez mi mente está ubicada en lo que está pasando o al menos, lo que está próximo a pasar. En su lugar paso mucho tiempo en sucesos pasados o imaginando escenarios para un futuro más o menos lejano.
Me doy cuenta de que he hablado de diálogo interior cuando lo correcto sería hablar de “Monologo Interior” normalmente estoy hablando conmigo mismo, incluso llamándome por mi nombre.
No me es extraño, sin embargo, buscar a ese “Guía Interior”, recuerdo claramente, como a mis 7 años, me planté en medio de la sala y les dije a mis padres que “Podía hablar con Dios” (También recuerdo la cara de mis padres) después de 35 años, estoy convencido que la “Oración” desde el punto de vista cristiano, se enfoca erróneamente en lo que yo tengo que decirle a ese Dios-Principio que en lo que Él tiene que decirme de vuelta. No hablo de apariciones o revelaciones, sino de esos pequeños destellos de lucidez que vienen de mi interior, no sé de dónde, pero de mí, de alguna semilla que aun no se ha enviciado por el mundo adulto. No obstante, no he perdido la capacidad de llegar a este diálogo, necesito hacer un ejercicio consciente para buscarlo. Lo normal es que me sienta solo con mis juicios.Hipomnematas:
Jueves 4 de Junio de 2020
Anticipaciones:
Recuerda que hoy tienes una junta en la que muy probablemente escuches cosas que te resulten molestas o sin sentido. No tomarás como un motivo de molestarte, no es nada que te afecte a ti, incluso tratarás de tomar la palabra para aportar al bien del mensaje.
Recuerda que todas las personas con las que vas a interactuar hoy, están haciendo lo mejor que pueden con lo que tienen, no pensarás que están haciendo las cosas por afectarte o molestarte.
Recuerda que, en casa, R. hará algo que te parecerá desagradable. Tú recordarás que aunque no sea la forma en que tu prefieres que se comporte, ella actúa de acuerdo a su naturaleza y no te hace ningún mal.
Recuerda que, incluso con estas previsiones, es muy probable que falles, no te desesperarás y entenderás que estás practicando, nadie toca una pieza a la primera.
Evaluación Nocturna:
Estuvo mejor de lo que esperabas. En la junta llegó un momento en que te desesperaste, estabas listo para escuchar algunas necedades, pero no en un monólogo tan largo. Aún con eso pudiste retomar la calma.
Pudiste contener esa sensación de enojo con L. y R. sin reaccionar impulsivamente. El diálogo que mantenías en tu interior también fue más productivo. Pudiste recordar que muy pocas de las cosas que suceden te afectan directamente.Viernes 5 de Junio de 2020
Anticipaciones:
Recuerda que en la junta con A. es muy probable que no haya hecho nada de lo que le pediste. No te vas a molestar, hablarás con él como guía y no solamente como su jefe, tratarás de que entienda las consecuencias de seguir manteniendo los problemas.
Recuerda que, en casa, L. hará algo que a ti te parecerá mal o que crees que se puede hacer mejor, No reaccionarás ni tratarás de corregirla, recordarás que tú no eres experto en todo lo que opinas y rara vez te afecta de verdad lo que hace.
Recuerda que, en la junta para el cierre de mes, es probable que encuentres que el trabajo está mal hecho. De ser así, le harás ver a las personas, en un tono respetuoso, las consecuencias de presentar ese tipo de resultados.Evaluación Nocturnas:
Pudiste estar calmado durante la junta del cierre, no obstante el tema fue muy delicado, tu conversación contigo mismo fue más productiva. Te repetiste que además de ser una circunstancia externa, podías manejarla. Creo que aun puedo cuidar más el tono con el que me dirijo a la gente.
Con L. pude estar tranquilo, aunque el tono de voz que estoy usando para comunicarme con ella cuando estoy tratando de no reaccionar es algo extraño para ambos, creo que puedo buscar un tono de voz más amable.Comentarios de la Semana:
1. Debo haber leído a Marco Aurelio cuando tenía unos 18 años, desde entonces, no he dejado de regresar a él, sin embargo, me sacudió en principio el entender después de tantos años, que no estaba leyendo un libro de “teorías” sino, su propia “guía de vida” o “agenda moral” como mencionas. La segunda sacudida vino de la instrucción de no quedarme con la guía del emperador, sino que hiciera la mía, con mis retos, mis circunstancias y mis propias limitaciones. Me gusta mucho.2. Mencionas en un video una palabra que yo escucho como “Hipertsairesis” (obviamente mal escrita) como un reducto de imperturbabilidad del filósofo, he buscado la palabra por aproximación, ¿Me podrías decir cuál es la palabra correcta?
junio 6, 2020 a las 10:39 am #13271Gabriel Schutz
SuperadministradorMagnífico trabajo, Jesús. Tienes una capacidad de autoobservación desarrollada, y la has puesto a trabajar, tanto en la exploración de tus diálogos o monólogos interiores, como en tus hypomnématas, con mucha agudeza. Me alegra constatar que los ejercicios han sido provechosos. Los has hecho a conciencia, con humildad, anticipando la posibilidad de que, incluso habiendo meditado algo, te ganen los viejos hábitos, y evaluando en la noche lo que todavía puedes hacer mejor, sin castigarte. Bravo. El tono, los argumentos que te das, son perfectamente justos.
En relación a la oración, en el sentido religioso del término, por supuesto que estos ejercicios no son, propiamente, oraciones o plegarias, pero tampoco están tan lejos y, si tienes el don de la fe, o esa conexión con lo divino, en algunas circunstancias puedes integrarlo en estas prácticas. Parte de lo que irás viendo en el curso, sobre todo en la semana que sigue, tiene que ver con ir refinando la observación de aquello que depende de ti. Tú aquí ya has desarrollado con sutileza algunas de esas cuestiones: comprender al otro en lugar de condenarlo, apelar a su razón en lugar de regañar, etc. Todo esto supone un ejercicio consciente sobre ti y tu relación con los otros, que involucra ciertas virtudes (paciencia, tolerancia, etc.). Identificar esas virtudes es una parte de todo esto, y quizá se acerca un poco a lo que dices sobre “escuchar esos pequeños destellos de lucidez que vienen de tu interior”. Escribir, al menos escribir este tipo de cosas, es fundamentalmente una escucha.
Sobre el libro de Marco Aurelio, sí, es una maravilla, un tesoro al que se puede regresar una y otra vez. Aquí, en el sitio, si te vas a la parte de abajo del todo, verás que hay un apartado que dice FILOSOFÍA HELENÍSTICA | DOCUMENTACIÓN, y ahí, un texto titulado “Marco Aurelio, un caso ejemplar de escritura de sí”. Es un breve prólogo que escribí para una edición de las Meditaciones; quizá te interese leerlo, porque va en el sentido de lo que mencionas. En cualquier caso, es más de lo mismo y no hay grandes novedades allí.
Por último, la palabra que mencioné es hypexairesis, “reserva”. Se usaba en general asociada a dos asuntos: (1) al impulso de las acciones, en el sentido de valerse de un impulso con reserva, es decir, un impulso capaz de recuperar la posición ante posibles contratiempos (que no te fueras con todo sobre algo, de tal manera que, si ese algo se malogra, tú quedas destrozado) y (2) a cierto tipo de frases o decires, conocidos como “fórmulas de reserva”, que oficiaban como recordatorios de cosas fundamentales. Por ejemplo, yo podría decir: “Te leo la semana que viene, si nada se opone”. Con esto, me recuerdo que lo que depende de mí es leerte y lo haré, pero que eso no está garantizado, porque hay un sinfín de condiciones que pueden oponerse (puedo quedar ciego, morir o simplemente tener que atender cuestiones inaplazables que me impidan leerte la semana que viene). Las expresiones cristianas del tipo “Primero Dios, nos vemos la semana que viene” son aproximadamente lo mismo.
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