insistencia y cautela

[Ana de los Rios Ibarra]

Anticipación 2
Como en el ajedrez, no puedo jugar sola. La movida del otro da luz verde, la no respuesta del otro indica pausa. Como en el póker, puedo usar mis recursos. Más por estrategia que por hipocresía puedo actuar ligera y despreocupada. Si llama el otro pregunto qué le ha sucedido y qué le ha parecido mi propuesta. Ponderar su movida y de ahí, si lo requiero, pedir algo de tiempo antes de hacer mi siguiente jugada. Mi bien es estar consciente de lo que me es natural o, mejor dicho, habitual, y ajustar yendo hacia lo opuesto o lo complementario; y hacer de eso el nuevo hábito. Mi mal es confundir diligencia o eficiencia con el acelere y avidez que deriva, no pocas veces en angustia y tortura mental.

[Gabriel Schutz]

Está muy bien, Ana. Sólo no dejes de considerar los escenarios dispreferidos. Obsesionarte y torturarte no es dispreferido, sino un mal, porque depende de ti, y tú y sólo tú puedes dañarte, que es lo que sucede (lo que nos sucede) cuando nuestros pensamientos se vuelven en nuestra contra.

Por escenario dispreferido me refiero a aquellos escenarios externos que no son los que preferirías. Por ejemplo, que el cliente no conteste, o que conteste mal, o que rechace la propuesta, etc. Al anticipar, es importante considerar esto y ver cómo no hay daño real en ese caso. Tú has considerado, sí, que el otro puede no responder y que eso supone una pausa de tu lado, está bien. Pero es muy importante que puedas ir a los escenarios más dispreferidos y ver cómo, incluso allí, si has hecho tu parte cabalmente, no hay auténtico daño para ti.

[Autor]

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