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Rosiris Sofuá.
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febrero 16, 2021 a las 5:16 pm #15177
Rosiris Sofuá
ParticipanteMi abuela paterna falleció a los 85 años, siempre me dijo que la muerte era la compañera de la vida, y que nacemos para vivir, que la muerte aparecerá cuando corresponda, por lo que hay que vivir siempre como si fuese el ultimo día, sin dejar de soñar con el día siguiente… ella parecía tener el secreto de la compañera muerte, siempre tenía el anuncio de las partidas de sus seres amados, y así fue con la propia, la noche de su partida, con dificultad respiratoria por una crisis asmática, pidió a mi tía un vaso con agua, y al volver con lo solicitado, mi abuela reposaba con los brazos cruzados en el pecho y un rostro que reflejaba tranquilidad, se fue en paz, se entregó…
Mi madre partió a los 50 años en la flor de la vida, padeció desde los 43 una indomable enfermedad. Fue preparándose para la despedida, escribió un cuaderno donde fue expresando sus sentimientos, en las últimas páginas, además de cartas para cada uno de sus hijos, somos seis y yo soy la mayor, expresaba que partía satisfecha del deber cumplido, con nobleza pedía perdón por las fallas, anunciaba su presencia eterna en nuestras vidas …y así ha sido.
Mi hermano menor, con apenas 28 años partió de este plano a causa de una meningitis, ya no estaba mi madre y viví el duelo como si lo hubiese parido… aceptó su partida, el día anterior con su mirada se despidió de todos.
Hoy es el cumpleaños de mi padre, cumple 73, y tiene una vitalidad admirable, pide templanza para aceptar su partida porque quiere vivir más… sus ojos llorosos me enternecen. Siento que vivirá unos cuantos años más y que mi abuela puede anunciar su partida…
Pensar en mi muerte, es algo que me ha acompañado en cuatro momentos cruciales de mi vida… ante dos intervenciones quirúrgicas de alto riesgo, ante la mirada asustada de dos atracadores que me apuntaban con una escopeta y en alta mar sin salva vida en un incipiente bote. En todos he pensado, hasta aquí llegué con la vida… y recorre por mi mente una película de los momentos y los rostros, las sonrisas, los paisajes… y he sentido paz.
Ante las intervenciones quirúrgicas me despido sin que los demás lo sientan como una despedida, me entrego con fe, espero y acepto lo que ha de ser, vivir o morir… lo material queda resuelto para disminuir las complejidades, lo emocional lo vivo y experimento. Al despertar, las ganas de vivir y de sentir se multiplican, es un revitalizante. En los momentos más dramáticos como el atraco y las circunstancias en alta mar, me entrego a la fe, creo que ocurrirá lo que más me favorezca, no me desespero y creo que ese es el secreto.
Si hoy fuese mi último día de vida, realizaría nuevamente la lectura de mí transitar, han sido tantos los momentos: alegrías, risas, dolor, tristeza, logros, sueños, ternura, placer, creatividad, ingenio, fallas, aprendizajes…
Agradecería este pasaje… son muchas las personas que me recordarán y de alguna manera me revivirán.
Escribiría una nota, una poesía, un relato… lo que surja en el momento… me encargaría de dejarla visible… es para todos. Un llamado a vivir, a sentir, a equivocarse sin temor, amar sin apegos, llorar sin vergüenza, reír a carcajadas, bailar al son del viento, abrazar mucho, amar todo cuanto se haga y vivir en gratitud.
Cumpliré 50 años y siento que la vida me entrega más y más oportunidades… que la compañera muerte me observa silenciosamente y sabe que no le temo porque es mi compañera…Agradezco este ejercicio, vuelvo a sentir paz.
febrero 17, 2021 a las 5:16 pm #15180Bonifacia
ParticipanteQué bonito, Rosiris!
Me has conmovido mucho
Me he sentido aterrada si te vas ;(
Eres una persona muy importante en mi vida y sé que en la de muchos otros…
Estás llena de luz y eres generosa. Gracias por tu vida, por tu cariño, por tu sabiduría…
Espero que esto dure eternamente 😉 …ya sabes cómo soy con el apego a mis afectos.febrero 19, 2021 a las 11:18 am #15184Gabriel Schutz
SuperadministradorSe ha dicho a menudo que la filosofía es una meditación y hasta una preparación para la muerte y hay algo de cierto en esto. Lo que no es cierto es que la filosofía se agote totalmente en una meditación sobre la muerte ni que sólo a través de la filosofía pueda uno prepararse para ella. Tú eres un claro contraejemplo a esto último: has tenido una estrecha relación con la muerte, en parte, por las que has atestiguado, en parte por las situaciones que refieres aquí. Y esto te ha ido preparando.
Es verdad que la muerte está justo ahora, aquí, acompañándonos y el hecho de que lo tengas claro es una gran fuente para apreciar cada instante, que es en último caso lo que declaras con tu texto. Saber morir es saber vivir.
Me alegra mucho que este recordatorio de algo que ya has experimentado te haya traído paz. Gracias por compartir tu texto.
febrero 21, 2021 a las 7:07 pm #15189Rosiris Sofuá
ParticipanteQuerida Silvia Bonifacia y Querido Gabriel!!!
Gracias por este feed back. Silvia también eres importante en mi vida, valoro cada vía de enseñanza de la vida y tú eres una fuente de inspiración y aprendizaje constante. Gracias. Si parto primero, sé que estaré viva en ti… Te Quiero y te admiro muchísimo.Gabriel, siempre tan sabio y tan sereno para decir y expresar.
Abrazos para ambos.
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