- Este debate tiene 2 respuestas, 2 mensajes y ha sido actualizado por última vez el hace 2 años, 9 meses por
Laura Brugnola.
-
AutorEntradas
-
febrero 20, 2021 a las 5:59 pm #15186
Laura Brugnola
ParticipantePrimer día tercera semana
La ventana que he elegido está en mi corazón y es como si la tuviera enfrente ahora mismo. Es una ventana grande, tan grande que te parece de estar fuera. Quizás elegí de vivir en aquella casa por la hermosead de la ventana, de todo lo que podía mirar gracias a ella, no solo mirar sino vivir.
Es una ventana al último piso de una casa antigua cerca de Colonia en Alimaña, la casa fue reformada con cura y atención seguramente en origen la ventana era más pequeña, me alegro que el arquitecto que reformó la casa estudió la manera que a través las ventanas pudiera entrar en la casa la maravillosa energía del sol, de los árboles, del rio.
Estoy enfrente a la ventana me salen lagrimas por el encanto. Hay una luz tersa, el cielo azul puro. El sol ilumina con alegría las gotitas de agua que como brillantes adornan el cristal de la ventana y son lo que resta de una lluvia abundante y rápida de casi primavera. A veces la belleza pude ser tan fuerte da ser dolorosa… no es fácil explicar la belleza de gotitas de agua. Cada una de ella es un universo redondo completo, perfecto, cada una guarda una memoria antigua de millones de años. Cada una sabe que su tiempo en forma de gotita dura hasta que el sol y el viento no las transforma en otra forma siguiendo a ser memoria.
Segundo día
Es un cuadro vivo, en cada momento cambia la escena. Nubes blancas suaves como espuma de nata, se mueven lentas, más lentas de los barcos que se cruzan. Son barcos enormes, se entiende si están cargados o no mirando cuanto la barriga del barco se hunde en el agua. A la derecha hay el jardín de los vecinos. Nunca he visto a nadie en el jardín, pero está siempre limpio y ordenado. Veo el muro que separa nuestro jardín de el de ellos, desde esta perspectiva puedo ver una mesa rectangular de madera. Por encima hay una tela de plástico transparente para proteger la madera de la lluvia, los sillones no tienen protección y se nota la madera escurecida por la lluvia. Hay un maravilloso plátano, enorme, maestoso, una parte de sus ramas entran en nuestro jardín, y desde mi ventana puedo mirar sus frondas y las semillas que parecen papallonas con alas pequeñas y transparente. Los barcos siguen flotando lentos en el agua tranquila del rio ignorando sus belleza. Peter, nuestro conejito come la hierba siempre vigile y atento por sea caso se acerca el perro del otro jardín. En frente en el medio del jardín de los dueños de nuestra casa, que viven a lado, hay un solo árbol, no sé qué tipo de árbol sea, es muy bonito con el tronco delgado y pelo redondo. Abro la ventana y puedo escuchar el sonido del viento entre las hojas. Oigo el grito de un pájaro que parece un niño silbando. Cada vez que miro por la ventana es como mirar un trozo de paraíso.Tercer día
El agua es vida, es memoria. Aunque nací en Brindisi, una ciudad de mar, nunca he vivido tan cerca del agua. Desde mi ventana veo el rio tan cerca que casi puedo tocarlo, escuchar su voz, percibir su s vibraciones. El mar para mi es conexión con la vida y con el amor. No sabía que vivir tan cerca de un rio te puede conectar poderosamente con la vida, con el amor…con el mar. Veo el agua fluir, el agua no piensa, va, fluye, respiro con ella y me conecto con mi tierra, mi madre mi familia. Simplemente mirando, respirando esta magia perpetua me siento feliz. Estoy sentada en mi espacio sagrado y escribo lo que he percibido y vivido más que hace diez años, pero es como si mi ventana estuviera delante mis ojos porque se ha quedada para siempre en mi corazón. Es precioso poder estar presente ahora y gozar de la presencia de un recuerdo. Desde la ventana de la casa de Colonia he aprendido a reconocer el ritmo de las estaciones, sus colores sus olores sus vibraciones y para siempre seré agradecida. Peter sigue comendo hierba fresca; el pobrecito no puede saber que muy temprano sus días acabarán…lo que es importante es que ahora es feliz y libre en su pequeño paraíso.Cuarto día
…pues el río, lo siento como si fuera un animal: oigo su respiro, percibo su olor y, por favor no piense que estoy loca, a veces también oigo el sonido de su corazón. El rio es vida que fluye y yo lo observo. Su agua siempre en movimiento me mantiene conectada con las raíces más profunda de mi tierra y me regala fuerza y energía.
Puedo percibir su flujo con mayor claridad que el flujo de mi propia sangre en mi cuerpo.
Su belleza siempre me encanta: al alba y también antes del alba, cuando los colores son palpables como la seda, y con la luz clara del día, y con las nubes y con la lluvia, con la nieve, con los barcos que deslizan lentamente y en silencio… siempre me encanta y tú estás conmigo cada momento.
Quinto día
El amarillo de un joven árbol es tan vivo y esplendido, tan verdadero que emana el mensaje; ¡YO SOY!
Y me siento árbol i agua y rio y tierra y agradezco por sentirme viva. Gracias, gracias, mil veces graciasfebrero 23, 2021 a las 3:08 pm #15193Gabriel Schutz
SuperadministradorEs un texto sobre la memoria, desde la memoria, como sugiere el título, pero mi impresión es que el asunto que está en juego aquí es algo de una importancia fundamental y no siempre valorado en su justa medida, algo que hace la vida deseable y amable: la belleza. Platón decía que lo Bello era el reflejo sensual (sensorial) del Bien y, a pesar de que la idea es antigua, tiene para mí pleno sentido. Por eso es que guardas esta ventana, y toda la memoria que ella porta, en tu corazón: porque a través de ella, no sólo sentías el pulso de la vida en el río o el mar, sino que el encuentro con la ventana, con la luz, el sol, la acuosidad y sus misteriosos ritmos, era también un encuentro con esa belleza que te hace calificar aquel espacio de paradisíaco; esa belleza que los barcos ignoran, pero que a ti te conmueve, aún hoy, hasta la última fibra, porque lo Bello hace manifiesto, como bien dices, algo relativo al Amor. ¿Qué es eso? ¿Por qué sentimos amor al contemplar lo bello? Quizá porque sabemos que es fugaz, que se da únicamente en el encuentro de una serie de condiciones que sólo confluyen esporádicamente; porque lo bello es como un desocultamiento, un mostrarse de algo que estaba velado, como en las imágenes orientales, muy proverbialmente en la pintura zen, donde la montaña se ve y no se ve, se muestra y se oculta bajo la bruma. Así, en parte, se manifiesta la belleza y, cuando lo hace, nos sentimos agraciados, tal y como concluyes tu texto, “¡Gracias, gracias, mil veces gracias!”, porque el carácter mismo de lo bello es ser una Gracia, una ofrenda para aquellos ojos, oídos, piel, en suma, para aquella sensibilidad dispuesta a acogerla. Un bello texto sobre lo bello. Pude sentir un poquito de aquel paraíso y por eso no puedo menos que también dar las gracias.
febrero 23, 2021 a las 4:57 pm #15195Laura Brugnola
ParticipanteGracias Gabriel por darme la oportunidad con este curso de sacar con la escriptura trozitos de mi alma y gracias por leer con tan profundidad.
-
AutorEntradas
Debes estar registrado para responder a este debate. Login here